No hay mal que por bien no venga
Así es como voy a titular este corto texto.
-¿Por qué cantas por las noches con tanta insistencia? -le decía la cigarra al saltamontes.
-Llamo a mis seres que están lejos.
-Y… ¿vienen? -le contestó la cigarra.
- Sí, ellos me guían para al próximo día. Para que sea bueno y pueda llegar a la noche, para volver a cantar.
-Vaya, saltamontes. No sabía que pensases así. Te creía que sólo servías para molestar. Me doy cuenta que no es así. Que buscas en tu caminar apoyo de los que viven no muy lejos de ti. Eres sabio, saltamontes. Podemos juntar nuestro cantar para así los dos llamar a los que tanto desean venir.
Cuando oigáis el canto de la cigarra y el saltamontes, pensad que muy cerca de ahí hay algo que es bueno para vuestro caminar. Disfrutad de sus cantos y de su compañía.
0 comentarios