Del libro "La nueva casa de Juan"
Capítulo segundo
En la nueva casa de Juan hay muchas cosas que no tenía en su casa de la Tierra. Hay lagos de luz en los cuales es un placer sumergirse en ellos: tienen universidades de cristal y de luz en las cuales estudian y los forman para una vida mejor.
¡Es muy grande esta casa en la que vive ahora!
Puedo volar y saltar de nube en nube. Cuando era pequeño, vi una vez que desde el universo caía una estrella, le pedí un deseo. Ese deseo se ha visto cumplido; cuando fuese mayor querría volar y jugar con las estrellas como la que estaba viendo caer hacia la Tierra. Ahora que vivo en el universo juego con ellas y les pido cosas, muchas cosas que ellas me conceden. En las noches de luna llena en mi nueva casa hablo con ellas, ellas me responden y me guían hacia lugares llenos de paz y felicidad. Pronto entraré a formar parte de ese universo y seré una estrella que brillará y caerá hacia la Tierra en muchas ocasiones, sobre todo cuando sea requerida por mis seres queridos.
Su familia se quedó en la Tierra, pero no por eso él la ha olvidado, al contrario, él sigue formando parte de esa familia; no está con ellos en cuerpo pero sí puede estar su energía.
La energía de Juan vuela hacia su casa de la Tierra, va y viene con mucha rapidez, como la luz y como el tren ave de alta velocidad.
En su nueva casa también viven muchos jóvenes como él y muchas personas que un día dejaron la Tierra y ahora viven en el universo.
Aquí donde vive ahora tiene muchos amigos que comparte con ellos muchos momentos de su vida universal. Es una nueva vida que él ha tenido que aceptar rápidamente. Llegó sin ser su hora, por eso ha tenido que estudiar mucho y hacer muchas cosas para poder quedarse en esta nueva casa. Porque las energías que llegan sin ser su hora tienen que volver a la Tierra otra vez, es decir, tienen que buscar otra familia y volver a nacer de nuevo para terminar la vida en la Tierra. Pero Juan no lo va a hacer porque se ha preparado para no tener que volver a la Tierra en cuerpo; eso sí volverá, pero en energía. Ha sido un proceso bastante difícil, pero al final con ayuda de las estrellas, lo ha conseguido.
Ahora es muy feliz de poder estar haciendo este trabajo que le asignaron: volver a la Tierra en energía y escribir a través de su mamá y también ayudar a través de su mamá a personas enfermas, armonizando sus cuerpos para que se encuentren mejor y poder llevar más suavemente la enfermedad.
A pesar de ser una energía muy joven, está colaborando mucho y las estrellas están muy contentas con él y dentro de poco él será una de ellas.
Cuando Juan viene a la Tierra, las estrellas le acompañan iluminando el camino; es tan feliz en el universo que no desea vivir en la Tierra.