La energía de Juan
Del libro "La energía de Juan"
Capítulo Cuarto
Habéis aprendido que la energía puede ir de un lado para otro y a mucha velocidad. Y que, si desde la Tierra canalizaseis nuestras energías, podríais beneficiaros de muchas cosas de las que hay en el universo.
Os he contado las travesuras que me gusta hacer. Lo que os digo ahora va en serio: cuando mi energía pasa por las manos de mi madre, puede hacer muchas cosas como escribir este relato. Lo hace ella, por mí. Y así puedo continuar mi vida ahí para no tener que reencarnarme de nuevo otra vez. A ella le gusta y le sirve para avanzar hacia el camino del amor.
También mi energía al pasar por sus manos calma dolores y armonizan cuerpos. La energía fluye directa desde el universo. Es maravilloso como nos encontramos ella y yo cuando estamos en contacto de la forma que os describo.
Es una autoayuda mutua para mí y para ella, porque aquí también necesitamos ayudas de nuestros seres queridos para evolucionar. Hacéis un papel muy importante desde la Tierra porque los seres que nadie recuerda tienen aquí arriba una evolución muy lenta.
Como me gusta esto que estoy haciendo con mi madre. Es la tarea que más a gusto realizo y la que más satisfacción me da el estar en contacto con la Tierra. Fueron pocos años los que estuve en ella. La verdad es que los pasé muy bien, me divertí mucho. ¡Vamos!, que tengo un buen recuerdo de mi paso por ella, aunque fue corto.
Si supierais que aquí arriba vemos como vivís.Tanta competitividad no es necesaria. ¿Para qué?, si cuando subes aquí arriba dejas todo ahí. ¿Sabes lo que traes? Solo las obras buenas, como has vivido, como te has comportado; eso solamente, lo demás se queda. Por eso os diría que vivierais lo mejor posible sin hacer mal a nadie, aceptándoos a vosotros mismos y sin querer ser más que los demás.
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