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Mensajes desde el Universo

Nuestro sentir

Nuestro sentir

Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas

Nuestro sentir

Tenéis que sentir y empatizar con la persona que tenéis av uestro lado. Tened paciencia y escucharla. Como sanadores del alma, y ya sintiendo la luz en vuestro interior, aconsejaréis y orientaréis. Confiad en vosotros mismos ya que no estáis solos, vuestra luz nos llega y vamos raudos hacia vuestra mente. Solamente tenéis que confiar en que todo llegará a buen fin. Sentiréis como se encuentra la persona que está cerca de vosotros, su estado, ansiedad, rencor, miedo… calmadla con esas palabras que van a salir de vuestro interior y tended vuestra mano pasando vuestra luz a ella. Formaréis un círculo de amor que suavizará y hará sentir bien al que os va a visitar. No tengáis reparo si en algún momento vosotros os encontráis alterados por el estado de la persona que está a vuestro lado. Rezad y toda irá volviendo a la calma. Así poco a poco, confiando y resolviendo conflictos, elevaréis vuestro espíritu y vuestra vida en la Tierra será muy dichosay alentadora.

Nuestras mentes tranquilas

Nuestras mentes tranquilas

Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas

Nuestras mentes tranquilas

Si vivimos el día a día con plena consciencia de lo que vamos haciendo, si estamos en el momento presente, avanzaremos hacia el entorno de llegar a la mente en estado de recibir y de tenerla tranquila y en paz. Es importante para los que os vais a dedicar a transmitir los mensajes para poder captar mejor. Limpiad los pensamientos no gratos y quered y desead hacer la labor encomendada. Hay momentos que se pasan mal porque se vive en un ambiente, a veces, desestabilizador; por eso es de máxima importancia que vuestras mentes estén relajadas.

La luz es la limpieza de la mente. Si vivís en luz, nada podrá alterarla y vuestra vida caminará y la viviréis más plena y dichosa.

Todos somos seres de luz y, como tal, debemos mirarnos y sentirnos. Sois mensajeros de los seres de luz y vosotros debéis sentiros así. Caminando con la mente llena de luz para que los pensamientos no afloren a ella. Alcanzaréis un bienestar agradable y tranquilizador. Y eso es precisamente lo que os pedimos para que vuestros hermanos, aquéllos que no lo han manifestado, os vean y quieran llegar a ese estado.

Si no alcanzáis la luz, no vais a poder dedicaros a la tarea encomendada.

El camino hacia el amor incondicional

El camino hacia el amor incondicional

Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas

El camino hacia el amor incondicional

Respetaos y respetad a los demás. Así comenzaremos el camino que nos llevará a la eternidad y que nos acompañará en este proceso de nuestra propia sanación.

En primer lugar, el respeto hacia nosotros mismos. Hay momentos en la vida confusos de manipulación y abuso por parte de personas que conviven a nuestro alrededor. No nos dejemos influenciar, seamos nosotros mismos obedeciendo a nuestro corazón, a esa vocecita interior que te habla y te ayuda a decir “No”. Sé tú mismo. Si te sabes respetar, los que conviven a tu alrededor lo harán. Sé impecable, crece en espíritu y aléjate de esas personas que no te son gratas y que no quieren avanzar.

Miremos hacia nuestro interior en primer lugar, ¿cómo nos encontramos?, ¿hay respeto hacia nosotros mismos?, ¿respetamos a los seres queridos que tenemos a nuestro alrededor?, ¿queremos cambiarles?

Por mucho que quieras cambiar a una persona, no debes hacerlo. El que tiene que cambiar es uno mismo para poder aceptar al que no puede cambiar y aceptarlo tal como es.

Vive y deja vivir es el lema del amor. Cuando lo hayáis sentido, florecerá la llama del amor en vuestros corazones y veréis las cosas de muy distinta manera a como las estabais viendo. Esa llama del amor hay que alimentarla para que no se apague. Dedicaos a mantenerla siempre viva y, poco a poco,caminaréis en amor, paz y armonía.

Dedicad todo el tiempo que necesitéis. No desesperéis si tardáis tiempo en encontrarlo. Al final, si uno quiere con amo ry tesón, lo encontrará y caminará muy feliz y lleno de esperanza por haber conseguido lo que todos tenemos que llegar a conseguir.

Amados míos, es maravilloso ver desde aquí vuestros corazones vivos y sanos. Este amor cura, resuelve conflictos y nos llega a nosotros. Ese amor es precisamente el que nos eleva a todos. Cuando deis ese amor a las personas que aún no lo han manifestado, recibiréis tal gratitud que os va a ayudar lo indecible en ese caminar.

El amanecer al nuevo día

El amanecer al nuevo día

Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas

El amanecer al nuevo día

Diversas son las teorías de la encarnación. Mucho se ha hablado de ella y la mayoría de las almas que llegan aquí deben volver a hacerlo. Lo hacen, bien por no haber terminado su vida, bien en la Tierra como la habían elegido al nacer, o bien por propia decisión del alma para seguir evolucionando o para dar enseñanzas de los que estáis abajo.

Las evoluciones y el crecimiento del ser son necesarias. Por esta razón hay un continuo movimiento del alma que elige vivir en distintos cuerpos e impartiendo enseñanzas como hemos comentado.

Como ya sabéis, mi alma debería haber reencarnado porque no terminé mi vida terrenal como la había elegido. No me reencarnaré, más sí estaré ahí con vosotros en esencia hasta que mi ciclo se cumpla. Mi sentir es vuestro sentir y mis conocimientos adquiridos en este mundo espiritual se os darán para que podáis transmitirlos. Utilizo el canal de mi madre que ha ofrecido su vida para llevar a cabo esta labor.

El día que lleguéis a sentir el amor incondicional, el servicio a los demás, habréis evolucionado. Desde aquí, vuestros guías os acompañarán en la nueva tarea.

Me es indicado que os diga, en nombre de Dios, que si el amor anida en vosotros dará frutos incalculables. Y cuando vuestra vida, ésa que estáis viviendo, ya termine en la Tierra, habréis amanecido al nuevo día, en los espacios universales y seguiréis con esa tarea comenzada.

Enseñanzas poderosas

Enseñanzas poderosas

Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas

Enseñanzas poderosas

 

¡Bienvenidos, mis amigos del alma! Mi esencia está en vosotros y mi cumplimento de la labor encomendada recaerá en vosotros como mensajeros de paz y amor, formando una unión “la unidad del servicio a la luz”. Nuestro lema será “el amor” y nuestra misión “la obediencia”. Formaréis grupos no muy numerosos en los que la chispa del amor habrá hecho mella en vosotros y podréis culminar vuestros deseos de compartir lo que estáis sintiendo en vuestro interior.

Haced maravillas de vuestras sensaciones y de vuestros logros porque sois elegidos para esta gran labor para con la humanidad.

Tenemos que lograr entre todos la unidad entre los hombres de paz para potenciar y llegar a los que todavía no la han sentido.

Tenemos que conseguir que, una vez se haya dejado la materia, el espíritu llegue lo más limpio posible. Es laboriosa vuestra labor, pero os diré que va a ser muy gratificante para vosotros.

Cultivaos en reuniones y en encuentros. Creced en amor  y en sabiduría. Empezad vuestros caminos de evolución hacia la eternidad. Sois escogidos para esta gran labor de aprendizaje que tan necesaria es en vuestra comunidad.

Compartid vuestras enseñanzas en vuestra vida diaria, vivid con ellas y sentidlas. No estáis solos, siempre vais a tener el ser apropiado a vuestro lado. Confiad en vosotros mismos y no dudéis.

Creced y multiplicaos, como decía Jesús en sus milagros.

El poder del amor

El poder del amor


Del libro "El triángulo de los sueños"

Nuestras y vuestras enseñanzas 

El poder del amor

 Nos alimentamos de amor, vuestro amor. El amor del que estamos hablando es el de vuestras obras buenas, el de buenos pensamientos y el del buen hacer del día a día. Crecemos y elevamos, si así lo hacéis. A la vez vosotros también crecéis y evolucionáis acercándoos cada vez más a vuestro destino final, del mismo modo nosotros también a la vez nos hace evolucionar. Los seres que no reciben esta clase de amor es muy difícil su elevación. Mirad la vida sin amor, ¿qué es? Sabemos que hay muchas clases de amor o así lo veis vosotros.

Desde aquí el amor que nosotros necesitamos es vuestro amor incondicional, ése que se da sin pedir nada a cambio. Si aprendéis a sentirlo y a practicarlo, vuestras vidas cambiarán a un estado perfecto de vuestra evolución y viviréis muy intensamente todo lo que tenéis en vuestro plan de vida. No hay nada más bonito y esperanzador que el ver cómo los que ya habéis manifestado ese amor camináis muy ligeros y en paz por haber hecho una gran obra hacia vuestra persona.

Se está avanzando bastante en este proceso. Hay grupos que están en la búsqueda de su bienestar y en el cumplimento de aportar sus experiencias y su sentir.

Siempre hay que hacer las cosas desde la perspectiva del amor para que podáis manifestar nuestros mensajes. Tenéis que estar limpios de sensaciones no gratas (rencor, odio, envidias…), eso no entra en nuestra comunicación. Es importante que recicléis y estudiéis qué es lo que se está cociendo en vuestro interior. Las personas que quieran dedicarse al servicio de la luz no pueden albergar estos estados en su interior. Si de verdad queréis dedicaros a divulgar nuestros mensajes, debéis de estar limpios y el amor crecerá y florecerá en vuestro interior.

El tiempo se para y se termina para nosotros, si no recibimos amor. Vuestro amor es nuestro elixir.

Nuestra señal

Nuestra señal

Del libro "El Triángulo de los sueños"

 

NUESTRAS Y VUESTRAS ENSEÑANZAS

 

Nuestra señal

Hay un lugar en el universo donde gira y gira una veleta que nos marca el pensamiento de todos vosotros como un diapasón. Vamos rápidos de donde nos encontramos para captarlo y poder llegar a vosotros. Sabéis que el universo es inmenso y que realizamos toda clase de tareas. No podemos en todo momento estar pendientes de vosotros. Cuando estáis en luz, nos fundimos en vosotros y formamos parte de vuestros pensamientos. Hay que comprender que es difícil acercarnos a vosotros, si no vivís en luz. Si de verdad queréis recibir de nosotros, tendréis que estar tranquilos y en paz, mantener la calma y de este modo podremos comunicarnos. Todos soñamos con poder realizar tantas cosas y con daros tanta información de lo que pasa aquí arriba. Es necesario saberlo para que lleguéis muy avanzados aquí. Novedosas son las manifestaciones que recibís y son acogidas con entusiasmo por vuestra parte. El ponerlas en práctica será la manera que podremos entre todos formar una gran avenida donde podamos caminar libres, sin ataduras ni cargas.

El poder dirigir nuestra ayuda a esos pensamientos que nos llegan, el poder llegar a vuestras mentes y poder manifestaros nuestro compromiso es de gran ayuda para vosotros y nosotros. Aquí no todos los seres estamos en el mismo lugar. Es muy importante que nos dirijáis pensamientos llenos de amor. De este modo podemos transmitirlos a los seres que se encuentran en planos más bajos ya que podemos dirigirnos a ellos y elevarlos con vuestro pensamiento que hemos captado.

 

57ª, 58ª, 59ª y 60ª Reglas de amor

57ª,  58ª,  59ª  y  60ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Quincuagésima séptima regla de amor

LA DISTANCIA

¿Qué entendéis vosotros por distancia? No existe, si en vosotros hay amor hacia esos seres tan queridos que forman y han formado parte de vuestra vida. Sí, hay distancia cuando en vuestras vidas no aflora el amor y hay desestabilidad en vosotros.

Amad a vuestros hermanos a todos en general y cuando digo a todos es a toda la humanidad. Ese es el verdadero acercamiento y ya veis como no hay distancia en ello.

Hoy nos repetiremos:

“Me acerco con mi amor a mis hermanos del alma”.

Mis amados míos, qué bien estoy a vuestro lado, siempre es así; no hay distancia en ello. Comprended que todo forma parte de un mismo elemento que es la distancia que queráis poner vosotros.

 En verdad os digo que muy pronto todos estaremos juntos y no habrá nada ni nadie que pueda separarnos ya que el amor del Padre une.

 

 

Quincuagésima octava regla de amor

EL DESLIZ

Habláis de tantas cosas y tan incongruentes, que no siempre hay perseverancia en vosotros. Ya unidos en el amor comprenderéis que no debe haber distancias ni aforamiento en todos vosotros. La unión hace la fuerza y la fuerza es necesaria para seguir avanzado en vuestros destinos.

Cuando un ser vuestro que no ha comprendido lo que vosotros sí habéis interiorizado dentro de vuestro ser, ayudaréis y acompañaréis para que él pueda llegar a lo que vosotros ya estáis manifestando.

Hoy repetiremos:

“Me uno a mi hermano para ayudar y acompañar en su proceso de elevación”.

Queridos hermanos, aunad vuestros esfuerzos y ahuyentad de vuestro lado toda incongruencia que veáis a vuestro alrededor y que todos unidos podáis saborear el cumplimento de todo lo que habita en vosotros. Mi Padre, vuestro Padre, os anima a seguir sus pláticas y a llevarlas a esos lugares donde todavía no han llegado a establecerlas.

 

 

Quincuagésima novena regla de amor

LAS LEYES

¿Qué pensáis que son las leyes? Hay tantas y tan diversas que cualquiera puede volver la vista ante tanto desorden. Hermanos míos, como haceros comprender que si no hay amor en todas ellas no se van a poder conseguir.

Tanto esfuerzo para ello, tanto sufrimiento en vosotros y como se os va la vida, por no atajarlas cuando hay que hacerlo.

Hoy repetiremos:

“Mi ley es un respeto y amor hacia mis hermanos”.

Amados míos, cuando ya forméis parte de nuestro plano, aquí solo existe una ley y todos la cumplimos a la perfección y con ella vamos caminando y llegando a vosotros para que ella forme parte de vuestra vida.

¿De qué ley os estoy hablando? Muchos de vosotros ya sabéis cuál es y la practicáis con todos vuestros hermanos y también conmigo y con nuestro Padre.

Es la ley del AMOR.

 

 

Sexagésima regla del amor

Ya hemos llegado a la 60 regla de amor, que muy amablemente he podido transmitir a través de mi amada Elena.

EL DON

El don se manifiesta en ciertas personas que así lo ha decido nuestro Padre, para que a través de ellas puedan transmitir a seres que ya unificados con Él están en su regazo y tienen permiso para acceder a ellas.

Esas personas han ofrecido parte de sus vidas a llevar su amor y también a manifestar su palabra. Son personas que viven en paz consigo mismas y también son tan felices que pueden llegar a los corazones de aquellos hermanos que están fuera de contexto.

Nuestro Padre celestial y yo mismo agradecemos vuestra colaboración y buen hacer. ¿Podría decirse cambiar o simplemente llegar a ser transmisores de lo que queremos que vos-otros hagáis con nuestro permiso? Siempre, siempre dentro de ese gran universo que engloba a toda la humanidad.

Y con ello vamos a pediros a todo aquel que quiera estar como están colaborando estos hermanos. Que seáis bienvenidos a este remanso de paz y amor, de nuestro AMOR.

53ª, 54ª, 55ª, 56ª Reglas de amor

53ª, 54ª, 55ª, 56ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Quincuagésima tercera regla de amor

 LA PERPETUIDAD

Mientras no seáis conscientes de que vuestra vida ahí en la Tierra está de paso y que forma parte de vuestra evolución, no llegaréis a comprender que todo lleva un orden perfecto de creación. Y que como dicen vuestros ancestros que os precedieron, estáis en un cumplimiento de vuestra elección ante la vida que os ha tocado vivir y que elegisteis para curar, evolucionar y llegar al estado perfecto del ser.

No hay nada que no sea pura invención de vuestra creación y establecimiento de vuestros actos ante vuestra vida.

 Hoy repetiremos:

 “Me uno a mi ser y con él avanzo al estado de perfección”.

Amados míos, qué belleza veros desde mi amor a vosotros y deleitar vuestros conocimientos ante tal perfección de la vida misma, de esos avances que muchos de vosotros habéis llegado a realizar e interiorizar en vuestro interior. Caminaréis siempre con esa perfección y junto con mi amor elevaremos toda clase de abandono y restricciones de esos hermanos que no están ni tienen intención de seguir nuestro camino.


 

Quincuagésima cuarta regla de amor

EL TRÁNSITO

Podría hablaros de la muerte como tal, pero no es así. Simplemente es un cambio de estado hacia vuestro verdadero hogar. La información que viene acompañada a vuestro nacimiento en el plano Tierra la olvidáis a los pocos años de nacer. Sí, es verdad que algunos de vosotros remontáis a ella por vuestra evolución en las cosas que hacéis ahí.

Comprenderéis que cuando habéis terminado vuestro cumplimento de lo que habíais elegido, manifestar y cumplir en esa vida, os eleváis al Padre y ese es vuestro viaje final.

Hoy repetiremos:

“Cuando llegue la hora de mi tránsito lo aceptaré con amor y respeto”.

Mis amados hermanos del alma, la muerte y la vida es un estado del cumplimento ante los ojos de nuestro Padre, el cual nos dio la vida. Y la verdadera vida no es la que estáis viviendo ahora en vuestro plano, sino la que viviréis cuando hayáis hecho el tránsito, de pasar de humano a espíritu. Bienvenido a mi regazo de amor porque él os va a acompañar a superar vuestros miedos, hacia esa vida que muchos de vosotros no aceptáis.

 

 

Quincuagésima quinta regla de amor

EL DESARROLLO

Mirad vuestros conocimientos ante vuestros semejantes. Los que dicen hacer bien las cosas y no saben que la sabiduría del Padre, el que alguno de vosotros ya habéis manifestado en vuestro interior, os dirige y actúa a través de vuestra palabra, ante esos hermanos vuestros que creen y hacen lo que ellos han dispuesto.

Emprenderéis con vuestro desarrollo espiritual un camino de involucraros en esos ámbitos que están algo equivocados y que no dejan que personas coherentes estén ante ellos.

Hoy repetiremos:

“Me uno a mis hermanos con la sabiduría del Padre que anida en mí”.

Amados hermanos, qué reciprocidad, qué malas gestiones de algunos de vuestros hermanos ante la sociedad, ante tanta incompetencia. ¿Qué hacer? Mientras no estén del lado humano de las cosas, de la verdadera gestión de lo que falta en ella, no se verán recompensados porque en ellos falta el amor.

Bienvenidos a mi centro de luz ya que en él encontraréis soluciones ante tanta incompetencia de vuestros hermanos que no han sentido lo que es la verdadera unión con el todo.

 

 

Quincuagésima sexta regla de amor

EL SUEÑO

Hay circunstancias en la vida que soñamos y siempre que despertamos queremos saber y recordarlo. No siempre se consigue ya que unos son para recordar y otros no. En estado de vigilia es cuando más podéis llegar a vosotros y a través del sueño introduciros en vosotros y hacer llegar nuestra información.

Cuando así lo deseáis, no siempre sucede y, ¿qué deseáis con tanto ímpetu, el tener a vuestro lado ese ser amado que un día se elevó y que queréis amarrarlo a vuestro lado? Es entonces cuando a veces no hay permiso y no puede ser.

Hoy repetiremos:

 “Mi sueño es querer alcanzar el amor del Padre para así vivir en paz”.

Mis queridos hermanos del alma, en verdad os digo que el bien de vosotros es seguir soñando y disfrutando de ese bienestar que queréis alcanzar. Es el poder llegar a soñar y abrazar a esos seres tan queridos que un día os precedieron y que ellos desde su lugar os envían su gran amor.

49ª, 50ª, 51ª y 52ª Reglas de amor

49ª, 50ª, 51ª y 52ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Cuadragésima novena regla de amor

 EL AMOR

Tantas veces repetido y bien hallado. El que por mucho que se rechace siempre hay que ir en su busca para llegar a sentiros bien y en paz. Os amaréis a vosotros y a vuestro prójimo. Y siempre que necesitéis más amor, no dudéis en pedírmelo porque mi misión ahí con vosotros es impartir el amor que mi Padre, vuestro Padre, nos da.

 Y por mucho que no queráis, no podéis prescindir de él. El amor va a formar parte de vuestra vida tanto terrenal como espiritual. Conseguid amaros y todo se abrirá a vuestros pies.

 Hoy repetiremos:

 “Me amo y mi amor lo doy al que lo necesita”.

Amados hermanos, cuando hablo del amor en vuestras reuniones y encuentros me habéis oído decir que con él hay que caminar para llegar a nuestro Padre, el cual nos dio la vida y el que nos quiere a su regazo cuando todos lleguemos a alcanzarlo.

Bienaventurados sois los que ya lo habéis sentido en vuestro interior y aquellos de vosotros que habéis llegado a sentir el amor espiritual como es en los planos que moramos todos nosotros.

 

 

Quincuagésima regla de amor

EL ENCANTO

Qué bonito es ver en vosotros como realizáis vuestras tareas diarias, si en ellas ponéis esa cualidad que alguno de vosotros anida en vuestro corazón. Cuando tenéis esa sensación de bienestar y recogimiento que os hace sentiros bien con vosotros mismos, vemos en vosotros ese encanto personal que llegáis a transmitir a vuestros hermanos.

Se manifestará cuando de verdad queráis hacer y poner todo vuestro amor en ello. Será cuando os veamos encantados de poder realizarlo, ya que sentiréis en vosotros una gran sensación de amor y paz.

Hoy repetiremos:

 “Mi encanto lo uno al amor que siento en mí”.

Mis queridos hermanos, qué deciros de vuestros encantos cuando vemos que lo que en verdad habéis ido a realizar ahí en la Tierra, lo estáis haciendo como lo habíais preparado antes de nacer.

Quedaréis contentos y también nos llegará a alegrar ver lo que en realidad vemos de todos vosotros.

 

 

Quincuagésima primera regla de amor

EL PUDOR

Miraréis que siempre en vosotros haya una sensación grata de poder llegar a lugares que no son muy halagüeños ante vuestros ojos. Comprended que no siempre los estados de vuestros semejantes van a estar en circunstancias aconsejables que favorezcan vuestra presencia.

Acompañaréis de la mejor forma posible a vuestros hermanos, sin que ello cambie vuestra forma de expresaros y de estar correctamente visibles ante ellos.

Hoy repetiremos:

“Mi buen hacer ante el mal hacer”.

Mis amados hermanos, cuando mi vida transcurría en vuestro plano, encontraba en mi camino cosas desastrosas ante mis ojos que me hacían mucho daño. Procuraba poner mi entusiasmo y cordialidad ante ellos. Y eso calmaba mi desazón.

Nuestro Padre que todo lo ve quiere un respeto ante todo lo creado, ya que todo forma parte de su reino y todos al final llegaremos a estar con Él.

 

 

Quincuagésima segunda regla de amor

EL ADULTERIO

Qué deciros ante semejante palabra. Esta palabra no entra en nuestras reglas de amor, pero sí hay que hablar de él. No caigáis en sus redes ya que esto os va a restar vuestro camino de evolución hacia el Padre. Manifestaréis vuestro rechazo ante tanta injusticia hacia vuestros semejantes.

No aceleréis el proceso de desestabilidad en vuestras vidas. Porque pasado el tiempo, cuando ya forméis parte del mundo espiritual, veréis que no habéis cumplido con el orden divino.

Hoy repetiremos:

“Nunca va formar parte de mí, ni de mi vida terrenal”.

Queridos hermanos, ¿qué me decís ante tal incongruencia y como lo veis vosotros? No puede plantearse ni por un momento que vaya a formar parte de vuestras vidas y es sabido que todo tiene un plan divino y ello está excluido de ese plan. Seréis vistos muy afablemente los que con vuestras buenas obras deis ejemplo a los que están fuera de contexto. No permitáis que os recriminen por sentir y perdonar a vuestros hermanos.

45ª, 46ª, 47ª y 48ª Reglas de amor

45ª, 46ª, 47ª y 48ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Cuadragésima quinta regla de amor

EL DESEO

No hay deseo si no hay llamada y no hay llamada si no hay duda. El deseo os lleva a dudar a veces si en verdad es lo que vosotros necesitáis. No dudéis de que se os dará por añadidura.

Es bueno desear y todo aquello que es para un bienestar de todos, os vendrá y os hará sentiros felices de poder colaborar en estado del buen comportamiento ante vuestros hermanos.

Hoy repetiremos:

“Mi deseo es para poder hacer el bien a mis hermanos”.

Mis amados míos, desear es bueno y desear para un bien está superbién. Cuando desde nuestro plano nos llega algo del vuestro, ponemos ángeles a vuestra disposición para que todo se cumpla y lleve el orden establecido.

Bienaventurados los que así habéis decidido hacer cosas buenas, ya que el orden de vuestra evolución se verá recompensada por vuestro hacer ahí. 

 

 

Cuadragésima sexta regla de amor

EL SABER

El saber no ocupa lugar es un dicho en vuestra sociedad. El sabio no es más sabio por lo que sabe sino por saber hacer, por saber estar ante sus hermanos que no están o no han llegado a su altura. La honestidad formará parte de vuestro saber. Cuando un hermano vuestro está en la verdad del discernimiento ante palabras que brotan de su corazón, seguiréis sus consejos ya que vienen a través de su amor.

La sabiduría es innata en muchos de vosotros no por saber más que vuestros hermanos sino por estar al lado de vuestro Padre, mi Padre, que otorga a algunos de sus hijos.

Hoy repetiremos:

“La sabiduría del Padre que hay en mí, la ofrezco con todo mi amor”.

Queridos hermanos del alma, hoy sería muy importante que aquellos hermanos vuestros que no han alcanzado a sentir al Padre, buscaran a través vuestro su presencia y con ella la sabiduría de Él. Esa que no cuesta dinero el adquirirla, sino que se consigue con el buen entendimiento de que todos al final volvemos a Él.

Bienaventurados los que ya estáis en manos de mi Padre y Él os bendice con todo su amor para que lo hagáis llegar a los que todavía no lo han manifestado.

 

 

Cuadragésima séptima regla de amor

LA EXISTENCIA

Queridos hermanos del alma, hoy sería muy importante que aquellos hermanos vuestros que no han alcanzado a sentir al Padre, buscaran a través vuestro su presencia y con ella la sabiduría de Él. Esa que no cuesta dinero el adquirirla, sino que se consigue con el buen entendimiento de que todos al final volvemos a Él.

Bienaventurados los que ya estáis en manos de mi Padre y Él os bendice con todo su amor para que lo hagáis llegar a los que todavía no lo han manifestado.

Hoy repetiremos:

“Seré claro en todo lo que crea que es bueno para mí”.

Mis amados, cuando no hay en vosotros nada que altere vuestro comprender y actuar, habréis alcanzado un estatus en vosotros. Que nada ni nadie podrá alterar vuestro hacer ante cosas que creéis que son buenas para vuestra evolución.

En vosotros está la forma de actuar, decidir que en verdad queréis en esa vida que estáis viviendo y que se os ha dado para llegar a alcanzar vuestros deseos de amor.

 

Cuadragésima octava regla de amor

LA VERDAD

La palabra en vuestra vida que de vuestro corazón sale es la gran verdad ante vuestros hermanos. Comunicaréis todo aquello que os vaya viniendo y que según vuestro amor hacia vuestros semejantes os aflore y seáis conscientes de que lo necesitan.

Aunque en ciertos momentos después de decir o exponer vuestro sentir, quedáis un poco alterados por pensar que no les ha llegado. Ofrecer con todo vuestro amor a nuestro Padre y Él de seguro que entrará en el interior de ellos.

Hoy repetiremos:

 “Ofrezco al Padre mi verdad para su bendición”.

Mis amados hermanos del alma, las palabras son el salvoconducto de vuestros actos y de vuestra misión ahí en vuestro plano. Ofrecer siempre vuestra palabra al más necesitado a todos vuestros hermanos por mucha desestabilidad que os hayan ocasionado.

En verdad os digo que siempre estaréis a mi lado y con vuestra palabra y mi presencia llegaréis a mis hermanos del alma que no creen ni practican el amor a sí mismos.

Nochebuena 2020

Un mensajito de nuestros seres queridos.

Desde este lugar donde ahora moramos queríamos deciros que siempre estamos con vosotros, solo nos separa un hilo de luz. Es tan fácil descenderlo y ascenderlo… Es vuestro amor y también el nuestro lo que hace posible esa unión.

Descenderemos tantas veces como sea necesario para que vuestro bienestar sea agradable. Hay fechas especiales en las cuales asi lo hacemos y esta NOCHE es una de ellas.

Llenaros de luz y amor y sentiréis nuestra presencia.

Os queremos.

 

41ª, 42ª, 43ª, 44ª Reglas de amor

41ª,  42ª,  43ª, 44ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Cuadragésima primera regla de amor

 LA CARENCIA

 Estáis inmersos en necesidades que muchos de vosotros no dudáis en querer buscar en el exterior. Si no buscáis dentro de vosotros, no sabréis hasta qué punto hay carencia que vosotros mismos la vais a resolver sin tener que salir fuera.

 Es lamentable que por una mala gestión de emociones, adversidades, estéis carentes de tantas cosas que vosotros mismos las podríais solucionar, sin tener que recurrir a otras personas.

 Hoy repetiremos:

 “Mi amor disuelve todas las carencias que puedan formar parte de mi caminar”.

 Mis amados hermanos, cuando estaba con vosotros en la Tierra, veía mucha gente con necesidades, enfermos, con toda clase de carencias. Cuando los miraba a sus ojos, veía en ellos el amor que había en su interior. A simple vista creía que ellos estaban mal. Cuando de ellos recibía una palabra, una mirada, comprendía que no estaban carentes ya que en ellos florecía su amor.

 Bienaventurados aquellos hermanos que saben poner en manos de nuestro Padre todas sus dificultades para que Él con su amor a todos sus hijos las vaya disolviendo.

 

 

Cuadragésima segunda regla de amor

 LA INCERTIDUMBRE

 Es bueno saber cuándo estáis dudando de como hacer las cosas para que no hagan daño a los que tenéis a vuestro alrededor. Todos vosotros vivís en un estado elocuente de como hacer y deshacer para no perjudicar. Acompañaréis siempre de vuestro amor todas vuestras dudas para que así podáis hacer bien lo que en un momento habéis estado inciertos de como hacerlo.

 Cuando veáis que no es nada halagüeño dudar ni dejar de hacer por pensar que no vais a hacerlo bien, comprenderéis que las cosas hay que dejarlas fluir y, como tal, todo vendrá a como lo tenéis establecido.

 Hoy repetiremos:

 “Me uno a mis hermanos en amor y comprensión”.

 Mis amados, nunca creáis que vais a empatizar a la primera ni a la segunda, no tenéis que pensar en ello. Dejaréis vuestra mente en manos del Padre y Él con todo su amor os indicará lo que está bien para vuestra presencia.

 Sois un espíritu en un cuerpo humano y, como tal, dejaros guiar por vuestra sabiduría interna.

 

 

Cuadragésima tercera regla de amor

 LA DUDA

 Qué hermoso sería que nadie de vosotros dudase ni un solo minuto de como hacer todo bien. Sois humanos y, como tal, entra en vuestro estado el de equivocaros, el dudar, el discernir… Todo ello forma parte de vuestro caminar y con ello de vuestra evolución.

 Amaréis todo aquello que esté en vuestro día cotidiano y lo ofreceréis para que con ello surja lo que en verdad deseáis.

 Hoy repetiremos:

 “Me introduzco en mi interior y el me dará lo que necesito”.

 Mis queridos y amados hermanos, no dudéis nunca de aquello que de vuestro corazón aflore en esos momentos de duda y desconcierto. Sed impecables con vosotros mismos y creced en el amor al Padre ya que Él siempre os acompaña.

 Y en momentos no gratos no dudéis, porque todo ello ya vino con vosotros antes de nacer en el plano en el que estáis.

 Que no haya desconcierto en vosotros ya que no nos gusta que dudéis de lo que elocuentemente recibís.

 

 

Cuadragésima cuarta regla de amor

 LA EMPATÍA

 Hay ciertas maneras de como interactuar con vuestros semejantes, de como verbalizar ante ellos y de como poder estar a su mismo nivel. Todo ello va a formar parte de ese devenir de lo que vais a tener que realizar para con vuestros hermanos.

 Cada cual es como es y por ello no habrá necesidad de llegar a empatizar, sino que os pondréis a su altura y comprenderéis que no todo funciona bien en vuestra sociedad, que es muy diversa e incompetente.

 Hoy repetiremos:

 “Me uno a mi hermano y con él empatizo”.

 Mis amados míos, no hay nada ni nadie que arregle vuestro mundo. Si existiese unión, se podría llegar a conseguir que todos estuvieseis en un mismo entendimiento. Es difícil y por lo cual aquellos de vosotros que ya habéis comprendido y discernido, tenéis que llevar vuestra amistad y ofrecimiento ante aquellos hermanos que todavía no la han interiorizado.

 Bienvenidos a mi remanso de paz y a él os invito para que desde allí lleguéis a esos hermanos vuestros que están todavía caminando para llegar a él.




37ª, 38ª, 39ª,40ª Reglas de amor

37ª, 38ª,  39ª,40ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario

 

Trigésima séptima regla de amor

 LA CAPACIDAD

 ¿Cuántos de vosotros sois capaces de hacer y seguir vuestro camino, el que os está dictando vuestro corazón? Aquellos de vosotros que así lo hagáis vais a llegar a tener todo lo que hayáis deseado si es para un bien de la humanidad. Seréis capaces de llegar a realizar obras buenas y, cuando aquí vengáis a formar parte de nuestro gran universo, seguiréis teniendo esa capacidad de sobrellevar y presenciar todo lo que habéis dejado en el plano del cual habéis venido.

 Seguid recreándoos en el hacer de cada día y llegad a solucionar vuestras peticiones.

 Hoy repetiremos:

 “Mi capacidad de hacer es recompensada por el Padre”.

 Queridos hermanos del alma, como deciros que el buen hacer en vosotros es el buen hacer aquí en nosotros. Juntos aunaremos y crearemos multitud de cosas para el buen comportamiento de todos.

 

Qué amabilidad, vuestra disposición de querer llevar nuestro amor ante vuestros semejantes. Esa capacidad de discernimiento de como actuar ante adversidades que os encontráis en ese caminar, hace que tengáis mi bendición ante vuestra actuación.

 

 

Trigésima octava regla de amor

 EL ORDEN

 Cuando hay orden en vuestras vidas, en vuestros actos y en vuestra manera de pensar, estáis en el camino de la perfección y de vuestra evolución. El desorden no lleva a ningún lugar, hay desestabilidad, hay pereza y aturullamiento en vosotros. Lo suprimiréis de inmediato y os volcaréis en el orden vuestro y de vuestros hermanos.

 Comprended que la lealtad y la buena disposición de las cosas ayudan a resolver bloqueos que a veces se originan por un mal comportamiento de todo lo que os rodea y forma parte de vosotros.

 Hoy repetiremos:

 “Mi mente está ordenada y llena de pensamientos positivos”.

 Queridos y amados míos, cuando hay aturullamiento en vuestras mentes, no hay por dónde salir. Os aconsejo que descartéis pensamientos no gratos para vosotros y en su lugar dejéis espacio a todo lo que os haga sentir bien y os proporcione un estado de tranquilidad.

 El buen estar y el buen discernir de lo que os conviene es un estado que os llevará a poder confiar y rescatar infinidad de cosas, tanto vuestras como de vuestros hermanos.

 Todo ello origina una gran alegría hacia nuestro Padre y a todos nosotros que moramos en vuestro interior.

 

 

Trigésima novena regla de amor

 LA EVOLUCIÓN

 Pensad en una cosa, solamente tenéis que aceptar y conformaros con lo que la vida os ha dado. No queráis lo de los demás, cada uno ha venido a vivir su vida como la ha elegido al nacer. El desear lo que los demás tienen no entra en vosotros que habéis elegido el camino del buen hacer hacia vuestros hermanos. Respetad y no deseéis lo que vuestros semejantes tienen o como son.

 Cada hermano vuestro ha venido a cumplir y vivir lo que así eligió. Por ello cada uno tiene lo que en realidad necesita para seguir su camino hacia su destino.

 Hoy repetiremos:

 “Mi camino de evolución lo vivo con honestidad”.

 Amados míos, mi destino fue la cruz y, ¿vuestro destino? Viviréis bien y en paz. No envidiando a vuestros vecinos que viven en la abundancia o que no les ha pasado lo que a vosotros. Cada uno es la unidad con el Padre y a Él tiene que responder.

Conformaros con la vida que lleváis y no queráis acaparar más de lo que os corresponda. Vivir ligeros sin cargas que os puedan interferir el camino hacia vuestro Padre.

 

 

Cuadragésima regla de amor

 EL ESTATUS

 Cada ser humano busca y encuentra y siempre hay una relación en buscar y encontrar. Aquel que se queda agazapado y espera a que venga, ¿el qué, si no busca ni se mueve?

 La recompensa viene si la mereces y trabajas sin esperar a que otros lo hagan por ti.

Miraréis que vuestros actos y vuestra disposición del buen hacer lleve siempre un orden en vuestras vidas y al final lo que se siembra se recoge. Sabemos que hay inclemencias que pueden destrozar vuestra cosecha, no os disgustéis ante ello. Volved a empezar.

Hoy repetiremos:

 “Mi vida y mi interior los he ganado con mi trabajo”.

 Queridos hermanos, el buen comportamiento en hora y labora tiene sus recompensas. Vuestra meta será vuestra actitud ante las cosas que hayáis llegado a encontrar e interiorizar en vosotros.

 Esa será la máxima recompensa ante vosotros en la llegada al Padre. Hoy comeremos todos juntos sin distinción de clases ni razas.


 

 

 

 



 

 

 

 

 

33ª, 34ª, 35ª y 36ª Reglas del amor

33ª, 34ª, 35ª y 36ª Reglas del amor

 

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Trigésima tercera regla de amor

 LA AVARICIA

Como deciros que la avaricia rompe el saco a todo lo establecido en las leyes que rigen a todo lo creado. No amontonéis ni rompáis lo establecido a lo creado. Comprended que todo es de todos y como tal todo hay que compartir y disfrutad con vuestros hermanos.

Anidad cosas buenas en vuestros corazones y resaltad vuestra mano ante esas personas que no han tenido la suerte que vosotros habéis tenido. Es comprensible que una vez abiertos ante la lealtad de otras personas se llegue a la unidad y de todos por igual.

Hoy repetiremos:

“Abro mi mano ante los más necesitados”.

Mis amados hermanos, qué bonito sería que todos estuvieran en el mismo estatus social, que no hubiese necesidades, que todo fuese por igual.

Nuestro Padre creó el mundo y quiso que no hubiera rivalidad y angustias hacia sus hijos.

Hay desestabilidad en ambientes y progreso también. Por ello, aunamos todo y haya creación en todo.

 

 

Trigésima cuarta regla de amor

EL COMPORTAMIENTO

Cuando hay reglas que cumplir y reglas que llevar a cabo dentro de una sociedad, aunaréis todos vuestros esfuerzos para que todo se cumpla y se respete dentro del orden marcado. Miraréis hacia comportamientos que agraden y sean cumplidos.

¿Qué hacer ante los separados de las leyes? Replantear y solucionad de la mejor manera sus comportamientos para que puedan comprender e interactuar sus procesos de alejamiento de la sociedad. No pueden ni deben vivir fuera de ella.

Hoy repetiremos:

“Me uno con mi comportamiento saludable ante mis hermanos fuera de él”.

Amados míos, es importante que entre vosotros haya una comprensión ante comportamientos que auspicien desestabilidad entre vosotros. No acarreéis aptitudes que os quieran hacer partícipes.

Aunad vuestra capacidad de discernimiento y emplead vuestra sabiduría ante ellos. Nuestro y vuestro amor hacia ellos disolverá toda clase de comportamiento no saludable por parte de los que quieren entrar en vosotros.

 

 

Trigésima quinta regla de amor

LA CONCORDIA

Veamos como actuáis ante vuestros hermanos, aquéllos que en sucesivas ocasiones os han hecho algo que no os ha gustado. ¿Que hacéis ante ellos, les recrimináis y hacéis transmitir vuestro malestar, en vez de hablar y hacerles comprender que su actitud no ha sido la adecuada?

Siempre hay que ver el lado positivo y no querer echar más leña al fuego. No hay mal que por bien no venga. Enlazad vuestro conocimiento y adecuadlo para llegar a vuestros hermanos.

 Hoy repetiremos:

 “Me uno a mis hermanos, aunque ellos estén en desacuerdo conmigo”.

Mis amados, ¿qué actitud hay que tener ante los estados de mal entendimiento por parte de vuestros hermanos? Vuestro comportamiento será dar ejemplo y hacer comprender lo equivocados que están, pero con palabras de amor.

Mi camino cuando estaba ahí en vuestro plano era de ejemplo al Padre. Nunca alteré mi estado ante comportamientos que no eran gratos a mi vista, procuraba apaciguarlos con palabras de amor. Mi palabra era la palabra del Padre.

 

 

Trigésima sexta regla de amor

EL HONOR

Cuando miramos a nuestros semejantes, ¿cómo los vemos, como nos gustarían que fuesen? Son palabras que nos repetimos y que nos gustarían que coincidieran con lo que nosotros pensamos. Vuestro honor está por encima de todo. No os dejéis pisotear por aquello que no comprenden o no quieren saber nada de vosotros de lo que estáis haciendo sin saber lo que en realidad hacéis.

Vivir en honestidad con vosotros mismos y respetad lo que los de fuera puedan manifestar de vosotros. No entréis en sus adversidades ni palabrerías.

Hoy repetiremos:

“Mi honor por encima de todo”.

 Mis queridos hermanos, es bien sabido que el honor es respetado y bien hallado en todos los círculos terrenales y espirituales.

Es respetable por parte vuestra que llegado el día de vuestra venida aquí, conmigo y con nuestro Padre, seréis recibidos con los brazos abiertos, si en verdad practicáis vuestra sensatez y sabiduría ante todas las adversidades vividas en vuestro plano.

 

 

 




29ª, 30ª, 31ª y 32ª Reglas de amor

29ª, 30ª, 31ª y 32ª Reglas de amor

 

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Vigésima novena regla de amor

 EL RENCOR

 Siempre que una persona tiene rencor, ¿qué es lo que ocurre y como se encuentra en su estado interior? El rencor os lleva a lugares no gratos que desestabilizan y hacen a la larga enfermaros.

 La responsabilidad es vuestra, no tenéis que achacarla a los demás. El albergar dudas y desalientos no os llevan a buen puerto, no hace de vosotros buenas personas y además ahuyentáis de vuestro lado a seres que no entienden, ni acatan vuestro malestar.

 Hoy repetiremos:

 “El rencor lo disuelvo con amor hacia mis semejantes”.

 Amados míos, en verdad os digo que hoy comeremos jun-tos y beberemos la copa del elixir del amor. Él disolverá y curará cualquier resquicio de rencor que anide en vosotros.

 Mis queridos hermanos, no alentéis ni una pizca de rencor. Cuando me crucificaron en la Cruz, ofrecí al Padre todo el sufrimiento que albergaba en mí. A cambio me ofreció resucitar en AMOR a todos vosotros.

 

 

Trigésima regla de amor

LA PEREZA

 Esta palabra “pereza” no entra en vuestra vida, no debe de entrar ni un segundo al día. El perezoso no tiene buena disposición ni para él ni para sus hermanos. Ante ello, ¿qué se puede hacer? ¡Buscad! En el hacer está el quehacer y entrará en ellos algo de saber estar y colaborar.

 Las personas que anidan vagancia y dejan que los demás lo hagan por ellos, no son bien recibidas ni aceptadas en vuestra sociedad. Alentad con hincapié y buen saber para que comiencen a caminar ayudándolos a franquear esos estados.

Hoy repetiremos:

 “Aliento al vago y le ofrezco mi saber”.

 Mis hermanos del alma, tengamos trabajo y un buen caminar. Reforzaremos a nuestros hermanos para que salgan del estado en el que han encontrado el no hacer nada o casi nada.

 Nuestro Padre que es el vuestro no deja a ningún hijo fuera del Él, pero quiere que sus hijos sean raudos y cumplan las leyes establecidas por Él.

 

 

Trigésima primera regla de amor

LA ESPERANZA

Alentad en vuestros corazones la parte de vuestra vida que más os haga ser felices. Ahuyentad toda clase de adversidades que desestabilicen vuestro sentir.

En la unión con Dios está la verdad de saber que un día todo volverá a ser como habéis deseado, alcanzando el lugar ideal para vuestra vida.

 Mirad a vuestro alrededor y observad. ¿Qué veis, qué os hace sentir más dichosos? En ello está vuestra verdadera apertura de quedaros con lo que verdaderamente deseáis.

 Hoy repetiremos:

“Mi esperanza de vida es dichosa y placentera”.

 Mis amados, no hay nada ni nadie que tenga un hilo de esperanza en que todo llegado el día se pueda resolver. Será el amor o lo que conlleva vuestro desear.

Hay esperanza si hay vida y hay vida si queréis vivirla en el amor o en la desesperación.

 

 

Trigésima segunda regla de amor

 EL SENTIR

 Cuando en el mundo se vive hacia fuera, os perdéis placeres de la vida que no están fuera de vosotros. Cuando se siente la verdadera capacidad de otorgar la vida a los que moran en lugares alcanzados por la luz, habréis sentido lo que es la verdadera felicidad y la vida plena.

Es deseable que la mayoría de vosotros, cuando ese sentir os hace vibrar, lo queráis comunicar y facilitar a los que están cercanos a vosotros.

 Hoy repetiremos:

 “Mi sentir está en vosotros”.

 Mis queridos hermanos del alma, si sentís la presencia del Padre en vosotros, habréis hecho un camino de amor incalculable que os llevará a disfrutar y analizar cosas que hasta ahora no habíais deleitado.

Es cuestión de afrontar las adversidades y llegar a alcanzarlas desde la perspectiva de que no todo termina, sino que hay un lugar maravilloso donde reina el amor. Y ahí, ese es el sentir de todos vosotros.


 



 



25º, 26º 27º y 28º Reglas de amor

25º, 26º 27º y 28º Reglas de amor

 

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Vigésima quinta regla de amor

 LA AMABILIDAD

En el entorno que vivís y os movéis, no siempre es como deseáis que fuese. Es comprensible que la vida misma no siem-pre es como nos gustaría que fuese. Analizad lo que hay a vues-tro alrededor, en vuestros hogares, trabajo, lugares de ocio. Ampliad vuestra percepción de las cosas y averiguad en qué estados estáis en los distintos puntos que os encontráis.

No siempre habrá apertura de lo que vosotros necesitáis en cada momento. Por ello deberéis estar alerta y con amabilidad, saber estar, sin necesidad de alterar vuestro comportamiento ante vuestros semejantes. 

Hoy repetiremos:

“Mi amabilidad llega a los que conviven a mi alrede-dor”.

Bienvenidos, amados míos, a este oasis de paz que os reco-miendo cuando estáis en estados de comportamiento no gratos para vosotros. Debéis de ser amables con vosotros y con los que os acompañan.

Amad siempre todo lo que hay en vuestro entorno y con ello crearéis lo que verdaderamente necesitáis para conseguir ese estado de paz.


 

 Vigésima sexta regla de amor

 LA ESTABILIDAD

La importancia en vuestras vidas de un estado estable es imprescindible para el buen desenvolvimiento en el entorno donde os movéis. Lamentablemente no siempre se consigue, pero con un aprendizaje por vuestra parte llegaréis a conse-guirlo.

Cuando se es consciente de que lo justo aflora a vuestro alrededor, ayuda favorablemente al buen comportamiento. No siempre ocurre esta circunstancia. Por todo ello seréis cautos ante estos momentos.

Hoy repetiremos:

“Soy amable conmigo mismo y con mi entorno”.

Bienaventurados los que con fe y cordialidad llegan a mí. Es en ese instante cuando llegan a sentir una estabilidad mag-nífica ante ellos y, como no, ante los que están cerca de ellos.

Mi bendición y gratitud para quien acude a mí y es trans-misor de mi palabra y del buen estar y logre el estado de esta-bilidad que se requiere para cumplir con su cometido. 


  

Vigésima séptima regla de amor

 LA TERNURA

Cuando la ternura está incrustada en vosotros, no hay pala-bras, no hay gestos que no sean de amor hacia vuestros seme-jantes. Ampliaréis vuestros conocimientos a lo largo de vuestro caminar para expandir lo que hay dentro de vosotros.

Los que a vuestro lado estén notarán vuestra capacidad de dar y afrontar los desaires que puedan transmitiros los que no han llegado a sentir lo que en vosotros está albergado.

Hoy repetiremos:

“La ternura que hay en mí la uno a todos los demás”.

Amados míos, sed en vuestro caminar ligeros y sin cargas que os puedan dificultar vuestro crecimiento hacia mí. Me uno a vosotros en ese caminar y juntos disiparemos los bloqueos que se puedan originar en nuestros hermanos.

Enlazad con nuestro Padre vuestros nuevos propósitos para llegar a ofrecerlos a los que tenéis a vuestro alrededor y facili-tarles el camino hacia Él.


 

Vigésima octava regla de amor

LA SABIDURÍA

Aunémonos ante todos los sinsabores de la vida para ele-varlos al Padre. Esa es la verdad ante una persona sabia. No alentéis cosas que no podáis ofreceros, ni ofrecer a los demás. El sabio no es sabio por saber más sino por investigar en su in-terior lo que se puede hacer y lo que no.

Es comprensible que más sabe el que alienta y ofrece al Padre sus errores que el que alardea de saber más que el Padre. No os desalentéis por no saber más que vuestro hermano y res-petad su sabiduría y buen hacer.

Hoy repetiremos:

“Mi sabiduría la pongo al servicio de mis semejantes”.

Mis queridos hermanos, el saber no ocupa lugar. Es un dicho vuestro ahí en la Tierra. Mi sabiduría siempre la pongo en manos de mi Padre, vuestro Padre, y Él la hace llegar a todos vosotros, los que estáis conmigo.

Seréis muy dichosos si así actuáis y recompensados en amor por vuestro ofrecimiento a vuestros hermanos, porque todos somos iguales a los ojos de Él.

21ª, 22ª, 23ª y 24ª Reglas de amor

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Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

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Vigésima primera regla de amor

LA CONSCIENCIA

Mientras estéis en el orden que marca vuestra vida terrenal y sepáis afrontarla como es debido y vuestros receptores quieran de vosotros lo que no está establecido en vuestros canales, no podréis concretar cuál es la verdadera situación de uno y otro.

Es comprensible que cuando estáis en un estado de bienestar que os ha tocado vivir, no os acordáis de vuestros hermanos que no han pasado por lo que estáis viviendo. En ese momento debéis poneros en la piel de esas personas que no tienen lo que vosotros sí tenéis. Y ahí está la respuesta, ¿qué hacéis y como vais a responder ante ellos?

Hoy repetiremos:

“Me pongo en la piel de mi semejante”.

Amados míos, en vuestro mundo que también fue el mío hay muchas injusticias, hay mucho desaliento y también hay mucho desorden. ¿Cómo responder ante ello?

Mientras no seáis conscientes de que todo forma parte de un mismo universo, de un mismo bienestar, de que todos deben tener las mismas oportunidades en la Tierra en que vivís, no se llegará a la unidad que es lo que verdaderamente se quiere de todos vosotros. Mi Padre, vuestro Padre, desea lo igual en todos sus hijos.


 

Vigésima segunda regla de amor

 LA HONESTIDAD

 Cada uno de vosotros amaréis y cuidaréis vuestra manera de ver las cosas, de amarlas y contemplarlas desde la perspectiva de que sois creadores de un mismo Padre. Al haber sido compuestos de un cuerpo para realizar el trabajo encomendado no debéis de olvidar que venís de un mismo Padre y, como tal, sois creados todos por igual.

Cuando en verdad comprendáis que es obvio no cambiar el estado de lo que sois, en realidad habréis comprendido que no siempre sois honestos con vosotros mismos.

 Hoy repetiremos:

 “Soy honesto conmigo mismo y con los demás”.

Bienvenidos a mí y bienvenidos a este estado del ser cuando vuestra honestidad se palpa en el ambiente del cual somos todo con el uno.

Afrontaréis la vida con mi presencia en vosotros y cuando hayáis comprendido la verdadera esencia a lo que habéis venido, entrará en vosotros una gran tranquilidad y comprensión que os hará distinguir lo que es el verdadero amor hacia vosotros mismos y hacia los demás.


 

Vigésima tercera regla de amor

 LA ALEGRÍA

Cuando sois conscientes de vuestra manera de vivir, de profundizar las cosas que albergan a vuestro alrededor, de diversificar el estado de los que conviven a vuestro lado y la manera de comportarse ante vuestra presencia, el efecto rebote entrará en vuestro interior y analizará vuestro estado de comportamiento, que deberéis analizar y diversificar en el momento presente.

En estados de máxima confianza en vosotros y de vuestros allegados habréis compartido vuestras semillitas de lo que llamáis familiarmente empatizar y discernir ante cualquier adversidad que os haya llegado.

Hoy repetiremos:

“Mi alegría la comparto con mis allegados”.

Mis amados, sed recibidos con alegría en nuestro entorno de paz y serenidad. Aquí encontraréis la profundidad de lo que en verdad habéis elegido y amado. Sed envueltos por nuestro Padre que os ha encargado que seáis sus transmisores de la ver-dadera amplitud de sabiduría y encanto personal.

No penséis que estamos lejos de vosotros. Vivimos a vuestro lado y os regalamos la sonrisa y alegría de la cual somos partícipes de nuestro Padre y creador.


 

Vigésima cuarta regla de amor

LA PRESENCIA

La presencia se dará cuando comprendáis que no estáis solos y que vivís rodeados de seres que os acompañan y caminan a vuestro lado. Se os abrirá una gran apertura a la sabiduría que alberga en vuestro interior y os hará ver cosas que antes no veíais, ni que os dabais cuenta de que podían existir.

Avanzad y unificad vuestro comportamiento hacia esos estados de perfección, y regresad al momento en el que os ha llamado a la presencia del Padre; es entonces cuando habréis llegado a sentir lo que en verdad es la verdadera estabilidad.

Hoy repetiremos:

“La presencia del Padre alberga en mi interior”.

Amados míos, mi presencia está en vosotros y con ella vais a seguir en vuestras vidas terrenales. Habéis de compartirla con esos hermanos vuestros que todavía no la han sentido ni mani-festado.

Vuestra actitud ante circunstancias adversas ha de realizar la labor que os encomiendo de repartir mi amor hacia aquellos hermanos que no han sentido lo que en vosotros ya alberga en vuestro interior.



 

17ª, 18ª, 19ª y 20ª Reglas del amor

17ª, 18ª, 19ª y 20ª Reglas del amor

 

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Decimoséptima regla de amor

LA ADVERSIDAD 

¿Qué sentido tiene cuando os manipulan u os dejáis manipular, cuando hacia vosotros no hay respeto ni alabanzas? 

El respeto lo defenderéis por encima de todo. En cuanto a las alabanzas no las necesitáis, no formáis parte de ellas, porque no las queréis. 

Cuando volváis vuestra vista a todo aquello que os ha pasado, a todo aquello que aflora a vuestra mente, no lo alimentéis sino que lo abracéis con todo el amor de vuestro corazón. Entonces en vosotros florecerá una gran amistad y sabiduría de lo que en un momento de vuestras vidas formó parte de vosotros. 

Hoy repetiremos: 

“Me uno con el Padre y con el todo de mi existencia”. 

Mis hermanos del alma, las adversidades que todos hemos sufrido a lo largo de nuestras vidas, han sido parte de nuestro crecimiento y evolución que nos ha acercado hacia nuestro Padre. 

Bendigámoslas para que así elevadas al Padre celestial, sirvan de apoyo en vuestro camino espiritual.

 

 

Decimoctava regla de amor

LA COMPRENSIÓN

Amanecemos con ideas que a veces no son muy claras ante los ojos de los que tenemos a nuestro alrededor, que os confunden o pueden manipular vuestro objetivo. Comprenderéis que no todos forman parte de un mismo pensar y aceptaréis sus críticas, pero no hagáis lo que ellos quieren que hagáis. 

La comprensión os va a liberar de formas y aptitudes que os van a elevar a vuestro estado de hacer las cosas como creáis conveniente. Alegraos porque con todo ello habréis realizado vuestra tarea que es vuestra propia vida, pues nadie la va a vivir por vosotros. 

Hoy repetiremos: 

“Haré todas las cosas como mi corazón me dicte”. 

Mis queridos hermanos, no hay paz si no hay comprensión, no hay vida si no hay aceptación y no hay nada en el mundo que no se pueda hacer con aceptación y comprensión. 

Elevaréis vuestro comportamiento al Padre y él os devolverá la mayor felicidad que podáis alcanzar. Sed vosotros mismos y en ello irá vuestra comprensión.

 

 

Decimonovena regla de amor

LA INOCENCIA

Cuando se pasa de niño a adulto, se pierde toda la inocencia que alberga el estado de curiosidad. Mientras se es adulto se quiere navegar por mares de ciertas bravuras. ¿Adónde os llevan?, ¿encontráis el rumbo adecuado? A veces se navega sin saber a dónde se va para buscar nuevas rutas que os llevarán a sitios distintos donde vuestra curiosidad está embargada por motivos distintos. 

Unas veces en esa búsqueda encontráis lo que realmente os hace manifestaros ante vosotros mismos; en cambio otras veces no es así. La curiosidad al margen de vuestra inocencia se verá reflejada por esos lastres de vida que acarreáis. 

Hoy repetiremos: 

“La inocencia forma parte de mi verdadero yo”. 

Mis amados, sed bienvenidos a lo que realmente sois, un espíritu en un cuerpo que tenéis que cuidar como si de un niño se tratase, con respeto y cariño y sobre todo esa sabiduría que alberga en cada ser humano cultivarla y mimarla. 

Encontraréis en ello el verdadero bienestar y amaréis a ese niño que vive en vuestro interior y, por lo tanto, la inocencia que vive en él. Os acompañará en vuestro proceso de elevación al Padre.

 

 

Vigésima regla de amor

LA ANSIEDAD

¿Cómo deciros que la ansiedad es la forma de decir no a lo que verdaderamente deseáis y no sabéis como llegar a tenerlo? Manifestad y platicad todo aquello que vuestro corazón os vaya dictando. De este modo encontraréis y podréis llegar a conseguir que seáis completamente conscientes de vuestra verdadera verdad y así habréis conseguido la suavidad que tanto estáis anhelando. 

Es una forma de manifestar vuestro desconcierto y vuestra actitud de que no hacéis bien las cosas o eso pensáis de vosotros. Animaos y respetaos porque en ello está el que se disipe vuestro malestar. 

Hoy repetiremos: 

“Nuestro interior está tranquilo y sereno”. 

Bienaventurados los que vienen a mí y dejan atrás los sinsabores de la vida porque de ellos será el bienestar y buen hacer. Es en ese camino espiritual donde solo se alberga el buen hacer y la capacidad de disfrutar de una verdadera felicidad. 

Cuando nuestro Padre nos llama a su regazo, quiere que todo lo mundano quede atrás; por ello elegiremos un camino de amor y esperanza que nos acercará a nuestro verdadero ser.

13ª, 14ª, 15ª y 16ª reglas del amor

13ª, 14ª, 15ª  y 16ª reglas del amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario

 

Cuadragésima cuarta regla de amor

LA EMPATÍA

Hay ciertas maneras de cómo interactuar con vuestros semejantes, de cómo verbalizar ante ellos y de cómo poder estar a su mismo nivel. Todo ello va a formar parte de ese devenir de lo que vais a tener que realizar para con vuestros hermanos.

Cada cual es como es y por ello no habrá necesidad de llegar a empatizar, sino que os pondréis a su altura y comprenderéis que no todo funciona bien en vuestra sociedad, que es muy diversa e incompetente.

 Hoy repetiremos:

“Me uno a mi hermano y con el empatizo”

 Mis amados míos, no hay nada ni nadie que arregle vuestro mundo. Si existiese unión, se podría llegar a conseguir que todos estuvieseis en un mismo entendimiento. Es difícil y por lo cual aquellos de vosotros que ya habéis comprendido y discernido, tenéis que llevar vuestra amistad y ofrecimiento ante aquellos hermanos que todavía no la han interiorizado.

Bienvenidos a mi remanso de paz y a él os invito para que desde allí lleguéis a esos hermanos vuestros que están todavía caminando para llegar a él.

 

 

Cuadragésima quinta regla de amor

EL DESEO

No hay deseo si no hay llamada y no hay llamada si no hay duda. El deseo os lleva a dudar a veces si en verdad es lo que vosotros necesitáis. No dudéis de que se os dará por añadidura.

Es bueno desear y todo aquello que es para un bienestar de todos, os vendrá y os hará sentiros felices de poder colaborar en estado del buen comportamiento ante vuestros hermanos.

 Hoy repetiremos:

“Mi deseo es para poder hacer el bien a mis hermanos”

 Mis amados míos, desear es bueno y desear para un bien está superbién. Cuando desde nuestro plano nos llega algo del vuestro, ponemos ángeles a vuestra disposición para que todo se cumpla y lleve el orden establecido.

Bienaventurados los que así habéis decido hacer cosas buenas, ya que el orden de vuestra evolución se verá recompensada por vuestro hacer ahí.

 

 

 Cuadragésima sexta regla de amor

EL SABER

El saber no ocupa lugar es un dicho en vuestra sociedad. El sabio no es más sabio por lo que sabe sino por saber hacer, por saber estar ante sus hermanos que no están o no han llegado a su altura.  La honestidad formará parte de vuestro saber. Cuando un hermano vuestro está en la verdad del discernimiento ante palabras que brotan de su corazón, seguiréis sus consejos ya que vienen a través de su amor.

La sabiduría es innata en muchos de vosotros no por saber más que vuestros hermanos sino por estar al lado de vuestro Padre, mi Padre, que otorga a algunos de sus hijos.

 Hoy repetiremos:

“La sabiduría del Padre que hay en mí, la ofrezco con todo mi amor”

 Queridos hermanos del alma, hoy sería muy importante que aquellos hermanos vuestros que no han alcanzado a sentir al Padre, buscaran a través vuestro su presencia y con ella la sabiduría de Él. Esa que no cuesta dinero el adquirirla, sino que se consigue con el buen entendimiento de que todos al final volvemos a Él.

Bienaventurados los que ya estáis en manos de mi Padre y Él os bendice con todo su amor para que lo hagáis llegar a los que todavía no lo han manifestado.

 

 

Cuadragésima séptima regla de amor

LA INCERTIDUMBRE

Queridos hermanos del alma, hoy sería muy importante que aquellos hermanos vuestros que no han alcanzado a sentir al Padre, buscaran a través vuestro su presencia y con ella la sabiduría de Él. Esa que no cuesta dinero el adquirirla, sino que se consigue con el buen entendimiento de que todos al final volvemos a Él.

Bienaventurados los que ya estáis en manos de mi Padre y Él os bendice con todo su amor para que lo hagáis llegar a los que todavía no lo han manifestado.

 Hoy repetiremos:

“Seré claro en todo lo que crea que es bueno para mi”

Mis amados, cuando no hay en vosotros nada que altere vuestro comprender y actuar, habréis alcanzado un estatus en vosotros. Que nada ni nadie podrá alterar vuestro hacer ante cosas que creéis que son buenas para vuestra evolución.

En vosotros está la forma de actuar, decidir que en verdad queréis en esa vida que estáis viviendo y que se os ha dado para llegar a alcanzar vuestros deseos de amor.