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Mensajes desde el Universo

37ª, 38ª, 39ª,40ª Reglas de amor

37ª, 38ª,  39ª,40ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario

 

Trigésima séptima regla de amor

 LA CAPACIDAD

 ¿Cuántos de vosotros sois capaces de hacer y seguir vuestro camino, el que os está dictando vuestro corazón? Aquellos de vosotros que así lo hagáis vais a llegar a tener todo lo que hayáis deseado si es para un bien de la humanidad. Seréis capaces de llegar a realizar obras buenas y, cuando aquí vengáis a formar parte de nuestro gran universo, seguiréis teniendo esa capacidad de sobrellevar y presenciar todo lo que habéis dejado en el plano del cual habéis venido.

 Seguid recreándoos en el hacer de cada día y llegad a solucionar vuestras peticiones.

 Hoy repetiremos:

 “Mi capacidad de hacer es recompensada por el Padre”.

 Queridos hermanos del alma, como deciros que el buen hacer en vosotros es el buen hacer aquí en nosotros. Juntos aunaremos y crearemos multitud de cosas para el buen comportamiento de todos.

 

Qué amabilidad, vuestra disposición de querer llevar nuestro amor ante vuestros semejantes. Esa capacidad de discernimiento de como actuar ante adversidades que os encontráis en ese caminar, hace que tengáis mi bendición ante vuestra actuación.

 

 

Trigésima octava regla de amor

 EL ORDEN

 Cuando hay orden en vuestras vidas, en vuestros actos y en vuestra manera de pensar, estáis en el camino de la perfección y de vuestra evolución. El desorden no lleva a ningún lugar, hay desestabilidad, hay pereza y aturullamiento en vosotros. Lo suprimiréis de inmediato y os volcaréis en el orden vuestro y de vuestros hermanos.

 Comprended que la lealtad y la buena disposición de las cosas ayudan a resolver bloqueos que a veces se originan por un mal comportamiento de todo lo que os rodea y forma parte de vosotros.

 Hoy repetiremos:

 “Mi mente está ordenada y llena de pensamientos positivos”.

 Queridos y amados míos, cuando hay aturullamiento en vuestras mentes, no hay por dónde salir. Os aconsejo que descartéis pensamientos no gratos para vosotros y en su lugar dejéis espacio a todo lo que os haga sentir bien y os proporcione un estado de tranquilidad.

 El buen estar y el buen discernir de lo que os conviene es un estado que os llevará a poder confiar y rescatar infinidad de cosas, tanto vuestras como de vuestros hermanos.

 Todo ello origina una gran alegría hacia nuestro Padre y a todos nosotros que moramos en vuestro interior.

 

 

Trigésima novena regla de amor

 LA EVOLUCIÓN

 Pensad en una cosa, solamente tenéis que aceptar y conformaros con lo que la vida os ha dado. No queráis lo de los demás, cada uno ha venido a vivir su vida como la ha elegido al nacer. El desear lo que los demás tienen no entra en vosotros que habéis elegido el camino del buen hacer hacia vuestros hermanos. Respetad y no deseéis lo que vuestros semejantes tienen o como son.

 Cada hermano vuestro ha venido a cumplir y vivir lo que así eligió. Por ello cada uno tiene lo que en realidad necesita para seguir su camino hacia su destino.

 Hoy repetiremos:

 “Mi camino de evolución lo vivo con honestidad”.

 Amados míos, mi destino fue la cruz y, ¿vuestro destino? Viviréis bien y en paz. No envidiando a vuestros vecinos que viven en la abundancia o que no les ha pasado lo que a vosotros. Cada uno es la unidad con el Padre y a Él tiene que responder.

Conformaros con la vida que lleváis y no queráis acaparar más de lo que os corresponda. Vivir ligeros sin cargas que os puedan interferir el camino hacia vuestro Padre.

 

 

Cuadragésima regla de amor

 EL ESTATUS

 Cada ser humano busca y encuentra y siempre hay una relación en buscar y encontrar. Aquel que se queda agazapado y espera a que venga, ¿el qué, si no busca ni se mueve?

 La recompensa viene si la mereces y trabajas sin esperar a que otros lo hagan por ti.

Miraréis que vuestros actos y vuestra disposición del buen hacer lleve siempre un orden en vuestras vidas y al final lo que se siembra se recoge. Sabemos que hay inclemencias que pueden destrozar vuestra cosecha, no os disgustéis ante ello. Volved a empezar.

Hoy repetiremos:

 “Mi vida y mi interior los he ganado con mi trabajo”.

 Queridos hermanos, el buen comportamiento en hora y labora tiene sus recompensas. Vuestra meta será vuestra actitud ante las cosas que hayáis llegado a encontrar e interiorizar en vosotros.

 Esa será la máxima recompensa ante vosotros en la llegada al Padre. Hoy comeremos todos juntos sin distinción de clases ni razas.


 

 

 

 



 

 

 

 

 

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