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Mensajes desde el Universo

49ª, 50ª, 51ª y 52ª Reglas de amor

49ª, 50ª, 51ª y 52ª Reglas de amor

 

Quiero compartir con todos vosotros unas "reglas de amor" 60 en total, que nuestro Maestro Jesús ha dictado a mi madre para "El libro del amor, 365 días de amor". El cual ha promovido nuestra Fundación por el 10 aniversario de la misma.

Deseo las  trabajéis y tengáis presentes en el hacer diario.

 

Cuadragésima novena regla de amor

 EL AMOR

Tantas veces repetido y bien hallado. El que por mucho que se rechace siempre hay que ir en su busca para llegar a sentiros bien y en paz. Os amaréis a vosotros y a vuestro prójimo. Y siempre que necesitéis más amor, no dudéis en pedírmelo porque mi misión ahí con vosotros es impartir el amor que mi Padre, vuestro Padre, nos da.

 Y por mucho que no queráis, no podéis prescindir de él. El amor va a formar parte de vuestra vida tanto terrenal como espiritual. Conseguid amaros y todo se abrirá a vuestros pies.

 Hoy repetiremos:

 “Me amo y mi amor lo doy al que lo necesita”.

Amados hermanos, cuando hablo del amor en vuestras reuniones y encuentros me habéis oído decir que con él hay que caminar para llegar a nuestro Padre, el cual nos dio la vida y el que nos quiere a su regazo cuando todos lleguemos a alcanzarlo.

Bienaventurados sois los que ya lo habéis sentido en vuestro interior y aquellos de vosotros que habéis llegado a sentir el amor espiritual como es en los planos que moramos todos nosotros.

 

 

Quincuagésima regla de amor

EL ENCANTO

Qué bonito es ver en vosotros como realizáis vuestras tareas diarias, si en ellas ponéis esa cualidad que alguno de vosotros anida en vuestro corazón. Cuando tenéis esa sensación de bienestar y recogimiento que os hace sentiros bien con vosotros mismos, vemos en vosotros ese encanto personal que llegáis a transmitir a vuestros hermanos.

Se manifestará cuando de verdad queráis hacer y poner todo vuestro amor en ello. Será cuando os veamos encantados de poder realizarlo, ya que sentiréis en vosotros una gran sensación de amor y paz.

Hoy repetiremos:

 “Mi encanto lo uno al amor que siento en mí”.

Mis queridos hermanos, qué deciros de vuestros encantos cuando vemos que lo que en verdad habéis ido a realizar ahí en la Tierra, lo estáis haciendo como lo habíais preparado antes de nacer.

Quedaréis contentos y también nos llegará a alegrar ver lo que en realidad vemos de todos vosotros.

 

 

Quincuagésima primera regla de amor

EL PUDOR

Miraréis que siempre en vosotros haya una sensación grata de poder llegar a lugares que no son muy halagüeños ante vuestros ojos. Comprended que no siempre los estados de vuestros semejantes van a estar en circunstancias aconsejables que favorezcan vuestra presencia.

Acompañaréis de la mejor forma posible a vuestros hermanos, sin que ello cambie vuestra forma de expresaros y de estar correctamente visibles ante ellos.

Hoy repetiremos:

“Mi buen hacer ante el mal hacer”.

Mis amados hermanos, cuando mi vida transcurría en vuestro plano, encontraba en mi camino cosas desastrosas ante mis ojos que me hacían mucho daño. Procuraba poner mi entusiasmo y cordialidad ante ellos. Y eso calmaba mi desazón.

Nuestro Padre que todo lo ve quiere un respeto ante todo lo creado, ya que todo forma parte de su reino y todos al final llegaremos a estar con Él.

 

 

Quincuagésima segunda regla de amor

EL ADULTERIO

Qué deciros ante semejante palabra. Esta palabra no entra en nuestras reglas de amor, pero sí hay que hablar de él. No caigáis en sus redes ya que esto os va a restar vuestro camino de evolución hacia el Padre. Manifestaréis vuestro rechazo ante tanta injusticia hacia vuestros semejantes.

No aceleréis el proceso de desestabilidad en vuestras vidas. Porque pasado el tiempo, cuando ya forméis parte del mundo espiritual, veréis que no habéis cumplido con el orden divino.

Hoy repetiremos:

“Nunca va formar parte de mí, ni de mi vida terrenal”.

Queridos hermanos, ¿qué me decís ante tal incongruencia y como lo veis vosotros? No puede plantearse ni por un momento que vaya a formar parte de vuestras vidas y es sabido que todo tiene un plan divino y ello está excluido de ese plan. Seréis vistos muy afablemente los que con vuestras buenas obras deis ejemplo a los que están fuera de contexto. No permitáis que os recriminen por sentir y perdonar a vuestros hermanos.

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