Alegría y tristeza
Que un día estemos tranquilos y otros acelerados, así es la vida. No hay que preocuparse demasiado, ya que tanto unos como otros tienen su misión.
Hay que saber discernir y no dar demasiada importancia porque, al final, todo llega a su debido tiempo y, también, a su debido lugar.
Por eso aceptad lo bueno y lo malo.
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