De Jesús Aragonés Blasco (Maneles)
A ELENA AURENSANZ
Esculpes el rostro translúcido,
la luz de estelas visionarias
entre renglones que impregnan
nuestro corazón sonoro.
Alzas tu voz que riela, en el crisol luminoso
al lado de ese amor tuyo en esencia,
un amor que asciende en el tiempo,
relata y conduce tu mano inquieta
en esa luminosidad… que intuyes deseosa,
nutriendo tu mente, de energías volanderas.
Sentimientos que canalizan lo códices celestes,
alquimias que transforman la materia,
nos muestras nuevos horizontes, que rigen,
zodíacos ausentes… de almas viajeras.
Quién pudiera ver…
desde los montes translúcidos
los encantos de ese jardín
donde florecen las almas,
y entre sus árboles claros,
anidar sus alas.
Quién pudiera cruzar ese túnel
donde brillan las auras,
y sentir esa luz transparente
como tú la sientes… Elena.
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