A vosotros los jóvenes
Yo sé que muchos de vosotros no os paráis a pensar en la vida.
Lo bonita que puede llegar a ser si desde jóvenes os labráis un buen porvenir.
La mayoría de vosotros no lo piensa, pues vive bien al amparo de su familia. Eso no es bueno. Hay que responsabilizarse un poco más y pensad que no siempre vais a depender de ellos. Sobrecargáis a vuestros viejos y ellos se hacen mayores y necesitan descansar.
Muchos de vosotros no os dais cuenta de cómo viven vuestras familias.
Independizarse es cada vez es más difícil. Los trabajos no son estables y la vivienda cada vez está menos asequible.
Vuestros viejos necesitan ayuda vuestra, necesitan una comprensión por parte vuestra.
Los hijos son egoístas, piensan que los padres tienen la obligación de mantenerlos. Por supuesto que los padres hacen todo lo que está en sus manos para que a ese hijo no le falte nada. Pero… ¿vosotros habéis pensado en las necesidades de vuestros viejos?
Pensad y no seáis tan egoístas.
Vosotros cuando vinisteis a este mundo elegisteis a esos padres. Fuisteis vosotros y nadie más quienes decidisteis nacer en la familia que estáis viviendo en estos momentos.
Cuando se es joven no se comprende a los viejos. Ellos hablan de sus años jóvenes; dicen que no eran tiempos como los de ahora, pero eran jóvenes y han pasado por lo mismo que estáis pasando vosotros. Escuchad sus consejos y no los omitáis en vuestra vida; son sabios consejos que siempre irán orientados a vuestro porvenir.
Son vuestros padres, salvo pequeñas excepciones, quienes siempre os van a ayudar en todo lo que necesitéis. Cuando se es joven no se comprende a los viejos, hasta que uno no ha formado su propia familia; entonces se da cuenta de lo que un padre llega a hacer por sus hijos.
Os hablo desde el universo y os digo que respetéis a vuestros viejos y sigáis sus consejos pues son sabios para vuestro porvenir.
Desde aquí arriba se ven las cosas de otra forma de cómo las veis ahí en la tierra.
Aquí nos alimentamos de amor y somos muy felices y estamos en paz.
Ahí os alimentáis de muchas más cosas y a pesar de todo no sois felices, ¿no será que a muchos de vosotros os falta el amor? Hablo de un amor a vosotros mismos.
Alguno de vosotros se ha parado a pensar ¿por qué estoy en esta vida?, ¿qué es lo que he venido a hacer aquí a la tierra? Si miraseis en vuestro interior, muchos de vosotros encontraríais vuestro camino, que no siempre va a ser lo que en realidad os gustaría hacer sino todo lo contrario, quizás eso que os cuesta más es lo que tenéis que hacer.
Vosotros los jóvenes sois los que cambiaréis muchas cosas ahí en la tierra.
Vuestra forma de pensar en la vida, vuestra forma de ver las cosas ha de enseñar a vuestros viejos que la vida se puede vivir sin ser un superdotado. Parece ser que si no llegas a la cima ya no eres nada. Sabemos que hay que superarse en esta vida pero hay muchas cosas, muchas, que te indican el camino hacia esa superación, ante todo el querer compartir con los demás, el no pensar en uno mismo.
Si no pensarais tanto en vosotros mismos y os dierais a los demás, seríais más felices y el mundo iría mejor.
Vosotros los jóvenes tenéis que lograr un mundo mejor, que vuestros hijos no crezcan en la violencia que se está viviendo en estos momentos. Tenéis que conseguir que no haya guerras, las guerras destruyen a los países y a las gentes.
Desde aquí arriba vemos esos países que están en guerra, sus gentes sufren mucho, pasan hambre y sus vidas son destrozadas.
Al ser jóvenes tenéis toda la vida por delante; que no os la destruyan esas personas que sólo miran por sus intereses.
Viviréis mirando al futuro, un futuro que vosotros podéis cambiar en el que no exista la guerra ni la violencia.
Queremos que vuestro planeta tierra esté libre de todas esas cosas, que se pueda vivir en paz y armonía.
Os decía que vosotros los jóvenes sois los que vais a cambiar vuestro planeta para que en él se pueda vivir sin guerras ni violencia, para que todos podáis vivir en paz y armonía. Desde aquí arriba, es decir, desde el universo, vemos cómo se desarrolla todo, vemos lo injusta que es la justicia para con ciertas personas. Todos tenemos derecho a la vida y todos tenemos derecho a un juicio justo pero no es así, hay intereses creados que es difícil de evitar.
Vosotros los jóvenes tenéis por realizar ahí en vuestro mundo un gran trabajo: lograr que haya justicia, es decir; una justicia para todos por igual, se ha llegado a vivir en unas condiciones no muy favorables para ciertos sectores. Sabed que todos tenemos derecho a todo, es decir, el planeta es de todos y a todos nos pertenece, amanece para todos por igual, el sol brilla para todos por igual; disfrutad todos de ese planeta tierra que es un regalo para vosotros y sois vosotros precisamente quienes tenéis que cuidarlo, que no os lo estropee nadie. Adelante, merecéis un mundo mejor.
Si desde jóvenes os labráis un buen porvenir encaminado al bien de las cosas y hacia esos valores que refuerzan vuestro interior, lograreis vivir vuestra vida de adulto con un bienestar que os va a favorecer en vuestro camino hacia la eternidad. Os preparáis la otra vida que hay después de dejar vuestro cuerpo ahí en la tierra, vuestra energía subirá al mas allá.
Si en la vida que estáis viviendo en la tierra hacéis todo lo que se os ha dicho en estas líneas vuestra llegada, aquí será más elevada.
No pretendo produciros escalofríos pero así es la cosa. Yo estoy viviendo en el mas allá, y como os decía, según como hayáis vivido vuestra vida ahí en la tierra, seguiréis viviéndola aquí en el universo.
La muerte no existe, el cuerpo se destruye pero la energía que es la esencia de todo perdura.
Eso es lo que tenéis que cultivar en vuestro interior.
Hoy en día le dais mucha importancia a lo externo de vuestros cuerpos. Está bien tener un cuerpo cuidado pero es más importante vuestro interior. Tenéis que cultivar vuestra mente como lo hacéis con vuestro cuerpo.
Ya veréis. Si hacéis las dos cosas, viviréis mucho mejor. Vosotros que tenéis toda la vida por delante no la desperdiciéis ¡es tan valiosa!
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adriana -