Hablaré de mis guías
Cuando se llega al universo te designan un guía, el cual va a encargarse de tu proceso aquí. A mí me asignaron como guía a un negro de nombre Thamanuel que perteneció a una tribu de indios chamanes. Desde un principio he sido como un hijo para él, me ha enseñado muchas cosas. Lo primero que aprendí fue llegar a mi familia, los trucos necesarios para poder estar con los míos, poder manifestarme ante ellos y una vez en casa hacer cosas para que mi familia se diera cuenta de que estaba allí. Thamanuel sigue siendo mi guía pero yo a la vez soy guía también. Mi otro guía, Rafael, hablo de él en mi libro “Raenio”, al llegar aquí al universo, me dio su luz y me servía de guía para ir a visitar a mi familia hasta que yo tuve mi luz propia. Además de haberme servido de guía en los primeros días de mi llegada al universo, somos amigos y estamos compartiendo el mismo grupo aquí. Ahora ya no necesito que me acompañen, pues ya tengo mi propia luz y además sirvo de guía a otros seres que no tienen su luz propia. También soy guía ahí en la tierra de mi madre. Quizás sea complicado de entender, pero para los que estamos en el universo es sencillo; hasta que no tienes tu luz propia hay otros seres de luz que se pegan a ti y te sirven de guía. Aquí también necesitamos ayuda. Cuando llegamos no nos dejan hasta que podemos valernos por nosotros mismos, siempre tenemos a nuestros guías cuando los necesitamos. Como decía Thamanuel fue mi guía y a él le debo el que pueda estar en contacto con mi madre. Él nos ha ayudado tanto a mí como a mi madre para poder hacer esto que estamos haciendo. Él le ha dictado un libro que mi madre a través de su mente ha plasmado en el papel, lo ha titulado “Amor después de la muerte” ; en él mi guía le dice a mi madre lo que a mí me ha ayudado su amor después de mi muerte. Le va explicando, a través de lecciones, vuestra ayuda desde la tierra. Tanto a ella como a otras personas les va a servir para comprender mejor la muerte del cuerpo pues nuestra energía perdura en el universo. Con este libro ha ayudado mucho a mi madre, mi madre está comprendiendo y eso a mí me hace muy feliz. Todos somos conducidos por nuestros guías, nos encaminan hacia nuestro camino de evolución, nos ayudan a no desviarnos de nuestro camino hacia el amor. Es fundamental el trabajo de los guías, sin ellos no podríamos seguir nuestro camino, todos tenemos nuestro guía que nos acompaña. Mamá a partir de ahora yo voy a ser tu guía, estarás contenta pues vamos a estar juntos en muchos momentos, cuando estemos trabajando para el bien de los demás. Eso va a suceder muchas veces a lo largo de tu vida, yo he querido que así fuese para hacerte más feliz. |
0 comentarios